
Bienvenidos a una nueva experiencia astrológica. Vivenciar la Astrología cambió la visión de mi Vida.
Está claro que cuando uno empieza a andar el camino de la Astrología necesita conocer algunos aspectos básicos. Si bien en mi familia ya había antecedentes de valientes descodificadores astrológicos, yo no entré en contacto directo con la astrología hasta mis 40 años. Acudí a una presentación sobre un curso de otra temática y orientación diferente, y me encontré apuntándome a toda una formación en Astrología Terapéutica. Mi inconsciente familiar y personal guiaron mi camino y me vi dando el golpe de volante que me ha conducido hasta aquí.
Se me fundían los plomos con tanta información….
Mi primera clase, todo un desafío. Se me fundían los plomos con tanta información. Seguro que a muchos de vosotros os habrá sucedido lo mismo al empezar. Rodeada de numerosos asistentes ya sumergidos en este mundo de la astrología (a mi me parecieron casi todos), me iba haciendo cada vez más pequeñita y tenía la sensación de que no me iba a enterar en la vida de cómo funcionaba todo eso de los signos, las casas, los elementos, el ascendente, y todavía menos descifrar las imágenes con el mapa natal con todas esas líneas y símbolos…madre mía…¡dónde me había metido!

Después de dormir unas cuantas noches mi iniciación astrológica, y de hacer nuevas conexiones cerebrales, continué asistiendo a las siguientes clases, feliz y viviendo la película de mi carta natal1. Imagen tras imagen se iban instalando informaciones en mí que se conectaban con algo que había estado realmente en hibernación durante muchos años. Cabe decir que la mayor parte del mérito de esta iniciación se la debo a mi profesor de astrología, gran maestro transmisor de aprendizajes. Y si seguís conectados en posteriores comunicaciones mías, comprenderéis la potente sinastría 2para el aprendizaje que se puede dar entre profesor y alumno.
Sólo había que despertar lo que estaba dormido en mí, empezaba a recordar…
Empecé a fluir, con la curiosidad y seriedad de un niño cuando juega. Presente y receptiva a lo que me estaba abriendo a conocer. Numerosas horas de clase, análisis, interpretación, voluntarios para practicar, ensayo, ensayo, ensayo…hasta que empecé a obtener a vista de pájaro más información que la que la propia mente limitada podía procesar por segundo.
Y llegó el clic…
Todo estaba en movimiento y se daba simultáneamente. Tenía un orden interno y al mismo tiempo la flexibilidad para ampliar la información más allá de las fronteras mentales. Tenía astro-pensamiento, astro-razonamiento, astro-movimiento. Miraba mi vida y los acontecimientos en clave astrológica. Después de esa etapa intensa me quedé en silencio, me di una pausa, para asentar e integrar.

Foto de Josh Rangel en Unsplash
Entré en «modo astrovivencia»…
Después del silencio se puso en marcha la visión de todo el proceso creativo. Si lo puedes imaginar, ver en tu interior, lo puedes sentir y vivenciar desde el movimiento interno y la expresión externa individual, lo puedes representar. Un acto único de cada individuo con su propia Carta Natal. Surgió en mi el proceso de la Astrología Vivencial, cómo transmitir la Astrología de una forma seria y al mismo tiempo lúdica, donde cada participante tiene una experiencia única y personal de la evolución de su Carta Natal.

Empezó una nueva etapa, ¡la de Astrología Vivencial!
- Una Carta Natal es la representación gráfica de los elementos astrológicos en el momento de tu nacimiento. ↩︎
- Una Sinastría es el estudio de las interacciones entre dos Cartas Natales. ↩︎


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